Francisco Cabral Bravo
Con solidaridad y respeto a Héctor Yunes Landa, Pepe Yunes Zorrilla y Erika Ayala Ríos
Una de las frases más controversiales de la obra “Rey Enrique” de William Shakespeare, (que por cierto estamos celebrando 400 años de su nacimiento) fue: “Lo primero que debemos de hacer es matar a todos los abogados”, frase que se ha interpretado como un desprecio a la profesión jurídica. En realidad, al leer el texto del dramaturgo inglés, lo que busca es resaltar el papel que deben de jugar los abogados en detener la instalación de un gobierno autoritario.
Muchas personas odian esta profesión, porque los acusan de entorpecer no facilita, más que resolver conflictos, los atizan, más que promover la paz, promueven la guerra. Poco se ha entendido del papel de los abogados en tratar de asegurar que los gobernantes, los poderosos, y que tienen ambiciones desmedidas, se mantengan dentro de los límites de la ley.
Aún los más poderosos caen ante los argumentos de los abogados que balconean sus ilegales comportamientos. Claro que la capacidad de los abogados siempre está limitada a que exista un Estado de derecho, independencia entre los poderes del Estado, una democracia vibrante, y el temor al ser juzgados por las consecuencias.
En el ambiente de Seguridad Nacional y Seguridad Pública, hoy, más que nunca, deberán ser los abogados quienes aseguraran en que todos los operativos, el actuar diario del gabinete de seguridad, es constitucional legal y que esté enmarcado dentro de los acuerdos internacionales firmados por México.
De hecho, en países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y otros europeos, los abogados visten uniforme, están en el campo de batalla, definiendo si cada operativo, cada muerte, está enmarcado dentro de algún precepto constitucional, alguna justificación legal, algún artículo de un acuerdo internacional, que permita asegurar a los gobernantes que no enfrentarán un juicio ahora, o en el futuro.
Los últimos anuncios del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, sobre la “nueva estrategia” para diferentes estados de la República requiere urgentemente una evaluación para asegurar que verdaderamente se tiene al paraguas jurídico. Al transferir todas las responsabilidades a la Sedena, de operar los Centros de Coordinación, Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo. Ante la atención internacional que hay sobre México, por las masivas desapariciones en el país, y las incapacidades del sistema de justicia penal, ¡en verdad la Constitución les da la cobertura jurídica a estas funciones!. En este espacio señalé cómo hasta la fecha los legisladores no han querido legislar sobre esta materia, dejándolos literalmente en un limbo jurídico a las Fuerzas Armadas, que podrá tener graves consecuencias para la institución y sus mandos en el futuro. Y sí, los odiados abogados nacionales y del extranjero, seguramente se estarán haciendo esta pregunta: ¡los abogados del Gabinete de Seguridad Nacional pondrán su firma a esta estrategia?
Y cambiando de página, una de las formas de intentar sacar al adversario político del escenario de la lucha, es el de generarle un conflicto que pudiese crecer al grado de convertirse en la bola de nieve imparable capaz de hacerlo desaparecer de la contienda de forma definitiva. Esto que se llama “conflicto artificial” y que nace de la existencia real de un descontento o una necesidad que puede ser subsanada mediante un acuerdo simple, o un diálogo institucional entre las partes afectadas.
Dos son los factores que explican el despegue de Morena en Veracruz, estado donde López Obrador quedó en tercer lugar en la pasada contienda presidencial.
El primero ha sido la guerra a muerte entre el PRI y el PAN en este estado, en la que ambos han logrado su objetivo: desprestigiarse severamente entre sí.
Y el segundo promotor del crecimiento del candidato de Morena, es que priistas y panistas han estirado la liga del encono hasta cansar a muchos veracruzanos, que prefieren a un desconocido.
Sin embargo hasta ahora, los mismos Yunes siguen en la punta.
Algo que debe destacarse en la elección local que está a la vuelta de la esquina que permitirá renovar los poderes Ejecutivo y Legislativo del Estado es que al frente de la estrategia del candidato de la coalición “Para Mejorar Veracruz”, Héctor Yunes Landa, se encuentra el líder nacional priista Manlio Fabio Beltrones, hábil y siempre cercano a la prensa, sabe responder rápido y dar su lugar a los distintos personajes de su partido; que despacha ya como delegado especial el senador José Yunes Zorrilla; que se han sumado a las labores de proselitismo la senadora Erika Ayala Ríos, los diputados federales coordinados por Erik Lagos Hernández, y los locales encabezados por Juan Nicolás Callejas Arroyo. Súmele que al frente del comité estatal del PRI está un experimentado político profesional Amadeo Flores Espinosa quien es fundador de la asociación política Vía Veracruzana con presencia en los 212 municipios, y que el número 2 de la lista plurinominal del PRI, Juan Nicolás Callejas Roldán, es el coordinador del Equipo Político de la Sección 32 del SNTE, organización magisterial que agrupa alrededor de 90 mil trabajadores de la educación y otros 30 mil jubilados.
El hándicap electoral avanza con la ligera ventaja para quien alcanza la coalición “Para mejorar Veracruz”. Héctor Yunes Landa, quien a pesar de la diferencia en las encuestas a su favor, no pierde el piso y comenta que trabajará como si fuera en el último lugar, Veracruz es un estado donde no ha habido alternancia y al parecer todo continuará igual.
Recordemos que al fin de cuentas la decisión de quien será el próximo gobernador y legisladores, es la de los veracruzanos en las urnas el próximo domingo 5 de junio. Salgamos a votar.